La brisa matutina toca tu rostro como un delicado beso,

Tu cuerpo totalmente relajado mira al horizonte,

Respiras profundamente.

Por fin aprendiste la lección sobre aquel amor ingrato,

Deja fluir, suelta totalmente esa obsesión.

Ella es una hoja seca que se va alejando arrastrada por la corriente de un arroyo que se pierde en el infinito,

Cada vez esta más lejos y cada vez tu espíritu esta más libre.

Dejar fluir, dejar pasar

Y vas recobrando tu libertad, tu paz y tu tranquilidad.

Vuelves a liberar la inocencia del niño que vive en ti

Y poco a poco te sumerges en un mar de serenidad

Dejaste de amar a un ser egoísta ahora amas a la humanidad.