(Para mis pies descalzos)

Niño del submundo pobre,
heredero de indigencia
y acechado por bacterias.
Tierno cabecita negra,
no te entregues a tu oscuro destino.
Te invito a inventarle alas
a tu rico mundo de fantasía.
Y volando podámonos burlar
de los monstruos que
aguardan tu camino.

¡Hoy¡, hoy tus sueños,
realizarse pueden.
Debes de mirarte bien,
(porque mostrarte debo)
el Mágico Carrusel que
dentro tuyo tienes.
Un Carrusel loco y viajero,
que espera y espera poder volar.
Nos subiremos en él, y allí dentro,
un invisible mago nos va a guiar,
a ascender y ascender en las alturas
y de a ratos volar con Superman.
Volaremos más allá del infinito,
hasta donde el Gran Creador está.
Él es quien concibe y regala
el corazón a todos los niños y,
él conoce el TIC-TAC de tu verdad.

Esa verdad que agiganta el deseo
de una “Mágica Espada” justiciera
para que transformar puedas,
la indigencia a tu manera.
Y con tu Espada Mágica de San Pablo
cortes cadenas continuas de ceguera.
Al fin serás de la realidad , el dueño,
comprenderás que tu Dios íntimo
no es ningún sueño.
Y, esos ángeles que
por las noches llegan
a adornarte los remiendos
de tu cansada pobreza y
elevarte al planeta de Ensueños,
ellos, no son un simple verso.
Y, aquellos niños, que
a tus hermanitos velan
para dormirles el hambre
con sus ruegos
y alimentarlos con caricias de alfajores:
Esos niños hacen viajes desde el cielo.

Tu espada maravillosa derribará
al gigante de un solo ojo.
Quien solo sigue a poderosos dragones,
pisoteando campesinos sudorosos.

Con tu espada fabulosa podrás
vencer a Doña Hipocresía.
Dama que hiere por gusto de herir,
con sus labios pintados de mentira.

Lograrás por fin enjaular
al pájaro negro del alma rota.
El que se come pichones ciegos,
de nidos, de ingenuas gaviotas.

Crearás tu gran reino de Ensueños
donde harás de tus padres, reyes.
Un reino donde amar y donar,
serán las únicas dos leyes.

A regalar boletos de viaje,
jugando, jugando, irás de paseo.
Al reino discapacitado
donde, niños ya no creen en consuelos.

Y los subirás en pájaros azules,
para volar por las alturas.
Así, la libertad del aire los envuelve
y soplando correrán las negras nubes.

Será eterna la justicia,
en tu reino de Ensueños.
Enterradas las heridas viejas,
tu Eterno Sol, podrá brillar de nuevo.

Legui
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