Ven, bailemos una danza de lujuria. Muévete lento y sensual, yo bailaré pegado a tu cuerpo. Tendremos un liviano roce que será el mejor aprendizaje de un amor carnal y sudoroso. Mueve las caderas, planea con tus brazos, mientras agitas tu largo pelo. Gira en torno a mí. Transfórmame en aquella llama que el centro del baile indígena. Quiero estar en el ojo del huracán mientras tú danzas a mi alrededor, cubriendo cada espacio de mis ojos. Luego te tomaré por la cintura con mis grandes manos duras, que serán agua que correrá por tu cuerpo. Así giraremos y giraremos, atrayendo nuestros cuerpos a un fogoso destino. Formaremos un arco iris con nuestras manos apretadas. Danzaremos la lujuria hasta caer rendidos al suelo, cansados del placer, agotados.