Hay barcos en soledad que miran los horizontes, son siluetas del pasado quizás, buscando un aliado. Hay mentes desordenadas que vagan sin resistencia, y se anidan como los pájaros sedientos sin coordenadas. Hay hombres y mujeres que están desamparados, sin cobija, sin afectos, están solos en silencio desnudos de alma. Hay animales muy tiernos que acompañan al hombre en su trayecto sin decir ni pedir nada, siempre ellos tan reales. En el mundo todo brilla, luego el fango lo esconde sin miramientos en su profundo cemento. Quizás hay frio en las almas, como sed en sus pesares. Si pudiéramos un día ver aquello que el creador con su amor no regalo, renacería su luz floreciente como el sol.


MARÍA DEL ROSARIO ALESSANDRINI.