Inicio / Cuenteros Locales / melvyn / Romancero Matinal
VI.
Cuando decía no quererla...
He descubierto,
que cuando decía ya no quererla
era el momento en el que más la quería,
fué como un relámpago
que me golpeó con un puño de hierro
en el que estaba su nombre escrito
como una inscripción que se grabó en mi frente.
Las flores, la luz, las rosas
o el vino o el pan o la tierra fértil,
todos cobraron vida
con los bellos adjetivos de tu nombre.
Así el sol nació de nuevo,
nacío otra estrella, surgió otro río
que en sus manos gritaba silenciosamente
el nombre de ella:
Ella, mi amada immortal.
Ave,
susurro mensajero.
Tú volaste lejos como una gaviota,
pero estás junto a mí
como una copa de dulce agua nacida de tus labios. |
Texto agregado el 12-10-2012, y leído por 124
visitantes. (2 votos)
|
|
|
Lectores Opinan |
|
|
|
|
|
|
13-10-2012 |
|
Hago eco de mis palabras anteriores, muy buena, ***** equidad008 |
|
| |
|
|
13-10-2012 |
|
agua dulce, dulces palabras elisatab |
|
| |
|
|
13-10-2012 |
|
Amar nos da la vida mientras nos mata de amor . autumn_cedar |
|
| |
|
|
|
|
|
|
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login
|