Con saña, se arranco un mechón de pelo (el origen piloso lo dejo a vuestra imaginación), en su rostro no se vislumbró el más mínimo atisbo de desagrado,todo lo contrario, su boca, esbozó una mueca de satisfación.
Con el mechón de pelo entre sus dedos, le dedicó tres horas de observación, los clasificó por colores, los canosos a un lado y los de un solo color en el contrario, los diferencio por texturas y luego los contó, 306 pelos, les pusó nombre uno a uno, y los guardó en un arcón (empezó con una cajita de cerillas, y ya ha llenado tres baules y el arcón lo tiene por la mitad).
Su madre empieza a mostrar signos de intraquilidad, desde que fue invadida por su hijo mayor recientemente separado que se reincorporó a la casa materna con todos sus enseres, descubre que cada día tiene menos espacio vital (!con lo grande que le parecía la casa!....se quedó viuda y sus dos hijos se casaron y se fueron) reza cada noche incluso algunas mañanas, para que el único hijo que sigue casado lo haga -hasta que la muerte los separe-o la separe a ella de sus hijos.
pero lo que más inquieta a la pobre mujer, es esa afición de colecionista de pelos que ha desarrollado su hijo, desde que se quedó en el PARO, !!ya va para tres años!!...........!!lleva tres baules........!!Y LO QUE LE QUEDA!!. Cuando lo piensa, se toma un tanquilizante y pide vez a su médico de cabecera. |