Te busqué por calles oscuras y desoladas,
por caminos desconocidos y escarpados.
Te añoré en mis recuerdos y deseos,
paseaste entre mis sueños y pesadillas.
Quise hallarte en miradas ocasionales,
en sonrisas distantes, en brazos ajenos.
Escudriñé hasta el último rincón soleado,
desmenuce cada sombra, cada pisada.
Recorrí de arriba abajo cada deseo,
cada pasión tratando toparme contigo.
Buscando, andando, llegue a lugares inimaginables;
encontré besos baratos y romances dispendiosos.
Entre vacío en los bares y hostales,
después salí pesado, obtuso, pero igual de vacío.
Te busque también en palabras no dichas
en noches insomnes, en días a duras penas sobrevividos.
Exprimí la fruta de amor buscando tu vid,
Tu néctar de placer, tu ambrosia de dioses.
Liberte paisajes, continentes; navegue los siete mares,escale las siete cumbres;
y al fin, a lo lejos, te vi, te hallé… Inmenso placer.
Entonces sólo te quise tener, sólo te quise querer;
pero a pesar de estar frente a frente,de no existir paisaje o distracción, tú no me viste; estabas muy ocupada para determinar el amor.
Y yo, obnubilado, solitario, desolado, desperté de nuevo,
esperando soñar, con tenerte otra vez.
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