PLEGARIAS
Mis plegarias fueron tantas, tantas, que al fin llegó mi deseado compañero y amigo. Era elegante, de caminar sereno, amable y dulce, justo lo que yo necesitaba.
El encuentro fue el soñado pero nuestra primera noche juntos, fue un desastre… Yo me había olvidado de comprarle su cena y él se pasó la noche entera, gruñendo y ladrando.
Texto agregado el 11-10-2012, y leído por 111
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