dentro de poco estaré lejos de casa... algo que siempre quise hacer pero no me atrevía... atrás quedarán todos mis momentos y responsabilidades... no llevaré nada, es más, quisiera borrar toda mi mente... quizá con un corto circuito pueda lograrlo, pero, quizá quede también borrada toda mi existencia... mejor sigo el plan de salida y salgo a la calle en busca de algo más de lo que tengo...
todo está frío, pero, qué más puedo esperar a esta hora de la noche... calles oscuras, húmedas, vacías... mejor corro sin parar... corro, corro, corro... perdón, pero algo detiene mi correr... creo haber olvidado algo de mí... regreso al lugar y recojo aquello que he olvidado... cojo aquellas hojas llenas de garabatos y salgo nuevamente... corro, corro, corro... no dejo de correr hasta llegar una plazuela donde varios hombres nocturnos salen como yo en busca de algo diferente, algo que los haga sentirse más vivos que muertos, algo así como la eternidad... los miro y ellos me miran... todos se han detenido, me observan... me pregunto el porqué... se han agrupado unos a otros, como si estuvieran a punto de amotinarse... susurraban entre ellos, es posible que sepan quién soy, es posible que hayan notado aquel brillo en mi cara, es posible que tengan hambre y sientan que tengo algo que escondo y ellos lo quisieran... mejor me alejo... corro, corro, corro y sigo corriendo... nadie me sigue... he llegado a una calle sin salida... nadie hay más que mi sombra, el cielo, las oscuras paredes y mi ser completo... miro la oscuridad y ella parece reconocerme... ¿quién eres?, escucho una voz desde lo alto, pueda que sea dios tras las cortinas de la oscuridad y se esté revelando ante el especial brillo de mi cara... no lo sé, pero, nada... me siento en una de las esquinas y noto que estoy totalmente empapado de tanto correr... estoy agitado, pero debo hacer algo para que nadie me encuentre, es que, no sé porqué siento que alguien me persigue... cierro los ojos y los pensamientos llueven como bichos tras la luz... luego se apagan, hasta quedar el silencio y los sueños... he quedado dormido y no recuerdo dónde estoy... es posible que algo me haga cambiar de parecer y regrese a mi hogar, pero, no sé cuál es mi lugar en este planeta... mejor despierto y sigo corriendo antes de que amanezca... trato de despertar pero no puedo, pareciera que alguien ha cosido la puerta de mis sueños y no puedo salir... figuras fosforescentes van y vienen, también voces de toda frecuencia y formas estrelladas y luminosas van y viene... estoy dentro de mí, y siento que estoy girando alrededor de una cadena de sueños infinitos... es posible que jamás salga de aquí... y si es así, tanto mejor, es que, uno se acostumbra a todo, menos, a dejar de respirar...