Ocurre algo muy curioso con los que pasan a la Historia. A todos se les reconocen sus obras, pero nadie nace siendo quien es, teniendo el prestigio que tiene: uno debe hacerse un nombre, lo cual es un largo camino que hay que recorrer. Ahora bien: mientras uno intenta recorrer este camino, todo el mundo lo desprecia a uno y a sus obras, "por no ser nadie", llegando incluso a obstaculizar su recorrido, sin tener en cuenta que se entra así en una absurda petición de principios. ¿Acaso creen que los personajes más ilustres de la Historia aparecieron de la nada? Lo peor de todo es que muchos de esos ignorantes, después que ven los frutos, pretenden sacar provecho de la misma persona y las mismas obras que menospreciaron.