Despertando la tarde
de su maquillaje de soles,
ensaya un desborde
de colectivas locuras,
por lo breve y lo eterno
del apaciguado destino
de esas horas de perfidia
a la noche durmiente.
Será solo por ti? Mujer,
y a tus ojos que me visitan,
que olvido bajo la sombrilla
frases para la alborada,
y un decálogo de melodías
se calzan mis zapatos negros
en un brindis, urbano y prohibido,
en el que solo hay tiempo
para visitar el oscuro túnel
donde se ensaya el ritual del té.
Texto agregado el 07-10-2012, y leído por 337
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