Es mi poema suave en la ternura. Al conocer atajos se hace esquivo. No soporta cadenas de cautivo Arría las velas si se le apura. Si ve que sufro me da la cura. Ser valiente es, para él, definitivo. Nunca perdona al necio o al altivo, ni desciende jamás a su estatura. Triste él, no me soporta , doliente. Para el dolor, con uno es suficiente. No habla de llanto o de pasión perdida. Señala ante los ojos esa hora. Al amar la muerte se demora y ser feliz es una opción de vida.
Texto agregado el 07-10-2012, y leído por 226 visitantes. (5 votos)