Fue domingo, tendrías once años. Quisiste entrar al templo vestida de blanco y aun no tenias edad para ser la novia, ofrecerías flores a la virgen del altar, ella te habló- dijiste- te regaló el don de sanar a tus semejantes y comenzaste los milagros con la tía Lucha, el sempiterno cólico quedó atrás despues de tu mano en su vientre, luego siguió Felicia y doña Fé, a ella ya le habían dicho que no viviría mas de una semana y la curaste. Luego los tres del río que llegaron con la piel quemada y en girones, Y después muchos, cientos de quejosos dejaron de serlo por tu intercesión. Nunca te casaste, un día quisiste volver con un gigante ramo de flores y tu vestido blanco ante la virgen, saliste sombría, arrastrando los pies,y las flores. No encontraste a la virgen que hacía años te habló y te enseñó a curar. Tu mirada se perdió y nunca mas volviste a sanar a nadie. A veces levantas los ojos y estiras los brazos , para después colocar las manos en tu cabeza y nos das la esperanza que te vas a curar, pero sueltas un bufido y te quedas otra vez sin expresión. Hoy Lidia fue a ofrecer flores, y dice que la virgen le habló. Pero no le queremos creer, no dejaremos que se pierda dando bienes para luego enloquecer. Lidia está con tu suegro, le está haciendo olvidar esa locura en medio de un par de botellas de mezcal.