Será una semana larga, una semana corta.
Pero es el tiempo que uno necesita para adivinar.
Adivinar la aventura sobre el tren
dentro del tren
con el tren.
Serán cuatro horas largas, horas largas.
Con la tinta, el papel en la bolsa.
La imaginación por tu lado,
por la anècdota de no vivimos jamàs,
por mi silencio que suena a martirio
y mi vida que no suena a las piedritas del mar.
Serán dos años sin verte, sin verte,
aunque el abecedario no invente letra,
yo siempre estoy.
Siendo hermeneútica de mi cualidad de ser humano,
detestando mis defectos de origen,
de razón.
Será el tiempo justo, el justo tiempo,
caminando detràs de mi círculo vicioso
que de vicioso, no es màs la tradición.
La tradición de parar la mente,
el corazón, el oído, la boca, la tentación.
Callando aritmicamente, porque todo es por
tradición. Por la consecuencia exacta de mis temblores, por el efectos proyectados de mi intención.
Pero te buscarè entre sueños, porque para eso soy buena, te buscarè sobre el tren, en los marcos de las fotos, en la agonía retardada, cansada de mis pensamientos.
Obteniendo la tristeza cantante,
la tristeza alegre de mi esencia de mujer.
|