Un corazón hueco solo puede tener
una débil posición. Es como un mal día,
repetido a diario, poco algo más
que un suspiro sin aire ni destino,
un gemido emitido en autosatisfacción,
perverso y cruel, por nadie oído.
Todos pueden tener un corazón hueco,
o pleno de alguna destacable cursilería,
poblada de muchas miradas vacías, vanas.
Solo quien sueña suspiros al amanecer,
una mirada en otoño, pasos esperados,
un poquito de sal, disfrutar un bosque,
de sol y mar errantes, alegrar sus horas
con cualquier cosa, puede colmar sin culpas
un corazón hueco, porque a este,
así, lo tiene cualquiera. |