Por qué no estás en mí,
como yo en ti,
por qué descuidas mi ser,
descuidas mi andar,
descuidas mi pensar,
siento en mi cada paso que te alejas,
como neblina densa que se acerca,
como escozor que mutila mis deseos
eres cual muerte premonitoria,
que sabe qué hacer,
que sabe cómo llegar.
Sin sabores dejan mis manos vacías,
sin nada de mí,
sin nada de ti,
de palabras sin sentido,
tengo solo un adiós,
no encuentro sonidos,
que aviven mis besos
mis ganas de sentir,
mis ganas de penetrar en ti,
de entrar en tu ser.
No hay más,
solo una muerte envilecida,
hay más vida en lo imberbe de mi silencio,
en la soledad que habita en mí,
en mis pensamientos,
que en los deseos que me inspiras,
solo deseo destrozar cada mirar.
Sin olvido,
sin recuerdo,
sin deseo,
sin musitar
sin desgarrar,
sin sentido,
no se puede encender,
avivar esta muerte,
este deseo vacío. |