Si fuera tan simple, tomaría mi chaqueta y desviaría mi camino al llegar a la esquina de mi casa, somos simples extraños que nos juramos amor hasta que la indiferencia terminó ganándonos la partida de ajedrez, es inevitable ver como te acercas lentamente sin abrir tus labios, es algo confuso ver como el color de tu pelo es divisable en cada cabeza que pase cerca de mi, como de lejos te veo correr para decir simples palabras que me hagan asentar mi cuerpo en el suelo. Perdone señorita si no fui a visitarla cuando debía, pero las flores aún no habían florecido por completo, ¿Quién soy yo para ir a visitarla sin llevarle un bello presente?, la verdad, es que abuso de las excusas, pero después de un largo tiempo, sigo siendo esclavo de lo que tu voz me dicte, esclavo de tu cariño y de tu indiferencia.

Creo que debo colgar la chaqueta, si desviara mi camino, dejaría el rastro para volver, flor de maravillas, nadie te puede admirar como lo hago yo, en soledad, en grandeza, solo tú puedes llevarme a las nubes aunque creas lo contrario, déjame volar hasta la luna, y te traeré el cielo de alguna forma, llenaré de lámparas tu jardín, verás volar la realidad en la luz de las luciérnagas, no despertaremos nunca del sueño. Siempre tendré un mapa para volver a la esquina de mi casa, siempre tendré una foto que me diga lo bonita que eres, podré desviar mi camino un par de veces, pero fácilmente puedo voltearme y verte en la distancia, ver como te dejé ir lentamente y como me arrepiento cada condenado segundo, ¡Demonios!, si tan solo hubiera ido a decirle un par de palabras en vez de haber encendido ese cigarrillo…