TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / Lotty / El Trovador y La Dama

[C:507189]

Desde el entarimado de madera donde se alzaba el cadalso, el joven trovador miró una vez más hacia el agua y vio como las luces del amanecer comenzaban a teñir el cielo de un hermoso violeta. Era la mañana en que iba ser ahorcado. Un grueso nudo le rodeaba el blanco cuello. Cuando el campanario comenzó a tañir la primera campanada de la hora de su muerte, cerró los ojos y saltó hacia un negro vacío dejándose caer blandamente hasta encontrarse nuevamente sobre el puente del Gran Canal…

El joven trovador se detuvo un momento para contemplar cómo caía la noche. Hacía frío y se envolvió más aún en la capa que lo cubría. La luna ya se asomaba esplendida despertando plateados reflejos sobre el agua y una niebla fantasmagórica se arrastraba lentamente sobre el agua acentuando la atmósfera de teatralidad del lugar.

No se detuvo más y siguió con paso presuroso hacia el Palazzo. A lo lejos escuchó la algarabía de los enmascarados que rondaban alegremente por entre las húmedas y estrechas callejuelas de la acuosa ciudad; Era noche de Carnaval y la magia parecía ser la compañera de todo.

Ya en el Palazzo, las flamas de las velas apenas iluminaban el amplio salón con su luz ambarina. La música se mezclaba con el fru fru de los vestidos de las damas que bailaban en el medio en un círculo. El joven trovador caminó sonriendo por entre los enmascarados bailarines buscando un lugar para poder entonar sus canciones secretamente dedicadas. Era la primera vez que una mujer le llenaba de verdad el alma y que ahora en medio de ese baile de máscaras, se ocultaba bajo un antifaz de plumas.

Hacía mucho tiempo que la observaba. A veces desde un oscuro rincón, otras cuando se cruzaban en la Piazza. Entre el volar de las palomas o cuando caminaba del brazo de su aristócrata marido y ella al encontrarse con sus ojos azules, bajaba los suyos. Sí la había mirado desde siempre. Desde que llegó a esta mágica ciudad de agua y piedra. Como un espía, sin que ella advirtiera su presencia.

Ahora, al verla así tan bella y grácil, bailando casi etérea no pudo retener más los versos enamorados que salían, no de sus labios, sino de su alma tormentosamente enamorada y comenzó su cántiga. Todos enmudecieron al escuchar los encendidos versos. La dama quedó estática y sola al centro del salón mirando al joven trovador. Los ojos parecía que iban a salírseles de las órbitas mientras que su pecho subía y bajaba en un desacompasado ritmo de asombro y miedo. A su lado el marido miraba atónito y mudo la escena absurdamente carnavalesca.

Se podía sentir el peso de las miradas inquisitivas. Pero a él nada le importaba. Ni la furia del marido quien trató de ponerse delante e impedirle el paso. Un golpe bastó para derribar al joven aristócrata. Siguió avanzando hasta llegar muy cerca de la Dama del antifaz de plumas y sin dejar de mirarla, la tomó entre sus brazos por el talle para llevársela flotando por entre los enmascarados de la sala. Quería bailar, sentirla entre sus brazos como tantas veces lo había imaginado. Un grito agudo le oradó profundamente los oídos. La Dama se resistía a dejarse abrazar y quería zafarse de sus brazos.

No supo muy claramente cuantos enmascarados le cayeron encima. No tuvo conciencia de los gritos del marido y de la Dama que luchaba por escapar corriendo. Sólo supo que no hubo tiempo de depositar sobre sus labios un beso dulce. Y un relámpago de dolor lo sumergió en la oscuridad de la nada.


Despertó sintiendo la cara contra la piedra húmeda y fría. Los grilletes de los tobillos y manos le impidieron levantarse y moverse con soltura. Permaneció así largo rato, hasta que la luz del amanecer iluminó la lúgubre celda. Sintió que los goznes de la puerta se abrían y pudo distinguir a dos siluetas que lo alzaron en vilo. Ya más repuesto avanzó por el largo y húmedo pasillo hacia la empalizada erguida frente al mar. Un viento salino lo golpeó en la cara y silenciando su voz se llevó para siempre los versos de su última canción de amor.


FIN

Texto agregado el 28-09-2012, y leído por 192 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
01-10-2012 Solido e imaginativo cuento, además con muchas imagenes tan vividas que casi estuve alli, con el trovador, por supuesto. Un abrazo amiga!!! 5* felices yar
28-09-2012 Muy lindo cuento, bien contado cn lenguaje suave y delicado. loretopaz
28-09-2012 Un dulce relato, que combina la tragedia y el ensueño vivificante, en un texto bien escrito, acaso, para mi gusto, demasiado adjetivado. Me gustó. Salú. leobrizuela
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]