Existe una fina línea que divide la locura de la cordura, pensemos que son como escalones sin retroceso. Cada línea o en este caso cada peldaño nos lleva a un delirio mas intenso, como dije con anterioridad es imposible volver atrás, subes de escalon y no puedes retroceder solo puedes subir.
Bueno, ese es mi temor cruzar líneas o subir peldaños sin retroceso, tiendo a soñar despierto imaginando sucesos o vidas que quisiera tener, converso y discuto con personas que no conozco, me imagino siendo un rockstar o un actor de cine. Me llamo Ricardo Arriagada y tengo miedo de confundir esa mentira con mi realidad, subir el peldaño y no poder bajarlo.
Es así como me limito a imaginar, me limito a pensar, veo televisión para matar mi poder creativo, ya no leo libros ni voy al teatro. He limitado mi número de amigos a los que son más superficiales, dejé la bohemia y ya no hablo de política ni religión. Dejé la guitarra y el piano. Miro hacia atrás y veo que aun sigo en el suelo, en la base de esta escalera de la locura. Esto me tranquiliza pero lloro al saber como ha cambiado mi vida, ahora no tengo miedo, tengo pena e impotencia como he castrado mi vida. ¿Vale la pena estar cuerdo cuando no haces lo que quieres?

Miro hacia atrás nuevamente y noto que la situación ha cambiado, ya no me encuentro en la base de la escalera, veo como el piso se mueve y se transforma en nubes, se despejan y descubren la verdadera base en la que me encontraba parado, era un escalón, la nubes desaparecen y me percato que bajo la neblina la escalera continuaba.