comenzare este leve relato,
debido ha un sueño, que hace algunos días atrás.
He soñado, en una secuencias de hechos,
que se relataban en la ILÍADA de Homero,
¡tierno hermano! ¡Menelao! ¿por qué te preocupas así de estos hombres?
¿acaso han hecho contigo lo mejor en tu casa los troyanos?
Ojalá ninguno escape del abismo de la ruina ni de nuestras manos, ni siquiera aquel al que a la vez todos los de Ilio queden exterminados sin exequias y sin dejar trazas.

Y en un momento he dejado de soñar,
puse los pies en la tierra,
he puesto el agua para calentar y tomarme el te de todos los días,
"Mientras el vapor huía" desde la taza de te,
pensaba como hombre talves contemporáneo,
Sera que somos nosotros,
apenas destinados, por planetas,de aquello que están, disponiendo, luces y sombras_ de la tierra, ¿del amor de las guerras?.


Y esta tierra que es la casa de tus pies, de nuestras almas, encendidas, del carácter diario que es complejo,
El pequeño puerto de la vida, tenemos que llegar todos los días,
pendida esta el alma,
la única igualdad entre los que habitamos en este planeta_ es la dependencia, de nuestro ser,
Sol y luna, serán distintos,
cuesta callar cuando el planeta nos hace, sentir,
pero existe un espacio de la cual; ¿nosotros los terráqueos?.



me atrapa la idea, de conmovernos con la trampa de ser seres, vivientes,
una embarcación hacia el viaje, perecedero, que finaliza,
mi yo cerebral,
se hará en su barca, la idea de llegada, al puerto,
donde nadie te espera, seras tu,{ }tu yo, que_
alzaras los brazos para abrazar, y besaras al desconocido,
inventaremos saber que mañana,
Se nacerá de nuevo,
pensando así......
siendo así la vida; la única autora; de nuestros pies..

Juan_Poeta