Salió del trabajo rumbo a casa, al llegar se encuentra con su esposa ansiosa de él, aquel sujeto sin importarle nada se recuesta sobre el sofá y enciende la televisión en el canal de deportes; ella al mirarlo se quiebra en lágrimas. Alberto no entendía nada, quiso acercarse a su mujer en busca de respuestas, pero sólo obtuvo su rechazo,ella le pidió que se fuera, que deseaba estar sola, él, obediente aceptó su petición.
Caminó sin rumbo alguno, dejando su mente ocupada en buscar respuestas para tan drástico enfado, al llegar a un conocido parque de la cuidad toma asiento y reflexiona sobre todo lo sucedido.
Después de quince minutos se da cuenta de su grosero error. ¡Cómo es posible que haya olvidado la fecha de cumpleaños de mi esposa! Se señalaba una y otra vez. Consternado, se toma la cabeza con las manos y observa el familiar suelo de la plaza buscando alguna explicación, momentos después, observó que el Romero que se encuentra junto a la estatua que homenajea a las glorias del ejercito había crecido unos buenos metros más, recordó que cuando visitaba a diario ese parque con su ex novia, aquel árbol sólo poseía unos pocos metros de altura.

Fue en ese mismo instante donde comprendió todo. El cumpleaños y el parque.

¿ Será que mi subconsciente me trata de comunicar algo ? Exclamó.