La música, alta y sin papeles.
Demasiada crisis para licencias tan caras. Da igual. A esta hora las autoridades ya duermen. “Cansa mucho cuidar de todos nosotros, que descansen un poco”, me dice socarrón aquel demonio, dueño del bar, que me atiende al otro lado de la barra.
Suena ese blues que tanto me gusta de los AC DC.
Una copa en la mano. Cargada. Sincera. No hay garrafón.
Jonny Walker con cola.
LED ZEPPELIN. Eso leo en tu camiseta negra y antes de que tu mirada se cruce con la mía.
Rock legendario para tapar a un buen par de tetas, pienso.
Rimel negro en tus ojos. Negras también tus uñas pintadas. Pantalón ajustado.
Sorbo a sorbo, te miro.
Me devuelves la mirada. Quizás, porque tu LED ZEPPELIN marcado en rojo sobre el negro de tu camiseta grita provocador frente a mi camisa de cuadros clásica y ñoña.
O porque tu cabello negro algo descuidado choca con mi fijata.
Tu pose, sin grandes aspavientos. Mis gestos, exagerados cuando saco mi guitarra imaginaria en ese trocito de canción que tanto me gusta.
Tus ojos negros te delatan. Me sigues mirando.
”¿Por qué este pijo de mierda se siente tan bien con mi música?” piensas.
“Soy más punki que tú”, te digo al oído justo antes de que te metas a mear en el lavabo de chicas.
Te violento, lo sé, pero consigo robarte una leve sonrisa antes de que me cierres la puerta en las narices.
Terminaba mi quinta copa cuando, en un descuido de ese tipo que te acompañaba, brindaste al aire conmigo con tu vaso casi vacío.
GUNS AND ROSES, en la camiseta de tu amigo.
¿Guns and Roses? ¡Oh, my God! Pienso, mientras te devuelvo en la distancia ese brindis y observo cómo la conversación del tipo no te deja canturrear las Maneras de vivir de ROSENDO…
Maneras de vivir…maneras de vivir…
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