acá entre nos que de raro tiene que yo quiera entregarle las llaves de mi alma a una sublime mujer, si las mujeres son divinas aunque mal paguen ellas, por un amor quiero vivir un millón de primaveras, sentirme como un rey con la ley del monte en una noche como esta, como aquella en que nos estorbo la ropa y nuestro juramento fue que nuestro amor seria para siempre, pero yo por andar de un rancho a otro con las botas de charro y ser un bohemio de afición te tuve que decir ojala que te vaya bonito cuando me dijiste me caso el sábado, yo conocí a tu esposo y tu camino y el mio fueron entonces la diferencia, condenado por tu maldito amor me dije: de que manera te olvido, te voy a olvidar aunque me duela el alma y te me vas al diablo.
no vuelvo a amar me dije, pero una niña hechicera me hizo llevarle una serenata sin luna y decirle no puedo acostumbrarme a estar sin ti, ella me dijo: me llevaras en ti le pese a quien le pese.
ahora yo le hago los mandados , soy su chófer y el ayudante, por ella quiero volver volver a pensar en el vestido blanco y decirle yo quiero ser tu marido