Te enamoraste
como hay que enamorarse
sin medida
y sin medida sufriste.
Las puertas de tu corazòn cerraste,
la llave a una alcantarilla arrojaste
pero no sabìas que las palabras
abrìan hasta la noche.
Desde ese instante el amor
se hizo màs grande.
La luna estaba en menguante
y el amor en creciente.
AUTOR: PEDRO MORENO MORA
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Texto agregado el 21-09-2012, y leído por 579
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