Nací sin pedir montoncito de carne con frágil e incierto destino,
transformaron los años en fuertes huesos, rebeldes e insistentes cubiertos de sueños y metas, de esas, que aunque no alcanzadas se unieron a mi como horizonte,
eh cursado caminos que sumarian tres vidas mas, bebiendo el desencanto, la tortura de la perdida, el desamor
y del mismo dolor me e nutrido para el proseguirle
estado en la cumbre y e sido mendiga de mi pobreza e dado fruto a la vida y e pagado alto precio por instantes de sosiego,
e sido y seré una convencida
del que al vivir se duerme en el cielo y se vive en el infierno,
y sino que alguien me demuestre lo contrario,
si al dormir yo sueño y me reconcilio
y al despertar me enfrento a mil demonios con caras de Ángeles que me obligan a ser y proseguir.
esta soy yo y así es el mundo para mi.