El río estaba crecido y con el venían, el ruido que hacían las piedras en el fondo de su cauce y algunos troncos que se confundían con figuras humanoides flotantes, arriba, un celeste limpio de cielo serrano enmarcaba el valle del Apurimac. El viejo estaba sentado en una enorme roca de granito al margen izquierdo del serpenteante torrente, había sido su rutina por años, tenia el pelo grisáceo y profundas arrugas en su cobrizo rostro, los ojos muy pequeños y opacos advertían la rigurosidad de la vida en las elevadas montañas del ande, con ambas manos sostenía una rama de eucalipto seca que en la punta tenía amarrado un hilo nailon fungiendo de caña de pescar, había estado así por horas sin que el hilo hubiera sufrido tensión alguna. Rígido como la misma roca, con nostalgia el viejo recordaba la generosidad de esas movidas aguas en tiempos pasados.
Un cuarto de siglo atrás y en nombre del progreso había llegado a la región, la International Golden Company S.A., años mas tarde empezarían a arrancarle los cerros a la pacha mama para la extracción del codiciado mineral dorado.
El viejo no sabía mas que eso, no sabia de mercurio, de plomo, de lixiviación o filtración, solo tenía claro que ese tipo de progreso no le estaba haciendo un gran favor. La pesca ya no era la misma, la oscuridad de la noche amenazaba con llegar, el viejo envolvió el hilo en la rama, cogió la lata que tenia a su lado y enrumbo hacia su cabaña, encorvado y con paso cansado, iba pensando en lo que le había contado su amigo Ernesto - un viejo, mayor que tu, ha pescado un merlín, el mas grande, no cavia en su bote, tuvo que amarrarlo a un costado para sacarlo a la playa – El viejo pensó en la abundancia y la inmensidad de ese desconocido mar. ¿Pensaría en la migración?
Llego a su cabaña, esta era pequeña, paredes de adobe y techo de paja, acomodo la caña detrás de la puerta y prendió el fogón.
Esa noche el viejo adornaría su ración de papas con las ocho lombrices que le habían acompañado ese día en la pesca, las ocho lombrices que había llevado de carnada.
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