Nota a mis amigos sudamericanos, el 15 de septiembre en el zócalo de la ciudad de México se da el grito de independencia en el Palacio Nacional por el Presidente de la República. El lugar se atiborra de gente y es una verbena popular que con el espíritu alegre del mexicano la fiesta es muy divertida. Con respeto a la efeméride, se me ocurrió el poema el año pasado cuando asistí acompañado de mi novia en ese tiempo, antes de que me mandara a volar.

Poemas de amor profano

15 de septiembre

Noche de fiesta con colores patrios
en que los sentimientos nacionales
acumulan mil fuegos en el atrio
y se hartan de enchiladas y tamales.

Septiembre 15 en retumbante grito
las campanas al vuelo, doblan, suenan
una vieja en la boca lleva un pito
y tú, como sabes que estás buena
gozas la tradición anual del rito
entre aires que se llenan
de perfumes baratos
y de cohetes que suben y que truenan.

Las once dan al fin, desde la torre
blanca de catedral, cual desposada
la burocracia en el Palacio corre
eufórica y ansiosa, desvelada
¡Qué viva el cura don Miguel Hidalgo!
El tiempo, es tiempo patrio que discurre
¡les cuadre o no les cuadre!
Entre la pirotecnia de los fuegos
y mentadas de madre.

Es el mes de la patria que festeja
aires de independencia y emociones
y así, en la plaza centenaria y vieja
entre mil apretones
una dama que llora y que se queja
se duele que en la bola
sin sentirlo siquiera
alguien le haya bajado los calzones.