ESQUINA FLAMANTE (EN TRES ACTOS)


Acto primero: Ansia y Sudor

El desconocido de húmedos dedos inquietos expresa:

“Cerca de la esquina para un doblar que me lleve a una avenida ajena y que quizá me perturbe a un comienzo. ¿Qué se logrará en ella?”

Continúa camino.

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Acto segundo: Cruces y Dobleces

No nos crearemos ni idea ni sentir.
Sólo nos contamos historias, pero no hemos vivido alguna juntos.
Los finales de cada uno suenan bien, pero no se vislumbra aún el final de una narrativa única que nos pertenezca.
Mejor continuemos cada uno por su lado, y cuando llegue el momento de empezar a crear una trama entre ambos, notaremos qué tan buenos somos como personajes y narradores. Y recién en aquel entonces se pensará en algún posible relato deseado.

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Acto tercero: Expectativa y Agonía

Entonces se distancian, y uno de ellos canturrea un pobre soliloquio:

“Compartimos sin brillar
y hablamos sin hartar
(pero tampoco con algo para destacar)”

Así, la decepción otra vez no los carcomió, pero no se dejó sentir el abrazo de algún sentimiento noble. ¿Algo que agregar al respecto? Nada.