Era un día gris. Negras nubes de tormenta se deslizaban por el cielo y cubrían el sol.
A mí no me importaba, estaba contenta porque no tendría que regresar a mi casa nunca más, se había agotado mi paciencia.
-Soy libre- grité con demasiado orgullo por haberme escapado- desde ahora comienzo una nueva vida, sin padres, sin reglas absurdas, sólo yo.
Al articular las últimas palabras sentí temor imaginando el porvenir, cosa que tendría que haber pensado antes, ya no podía ir marcha atrás y retractarme de todo lo que había hecho, era como una pesadilla de la que no podía despertar.
¿Por qué la vida fue tan dura comingo? ¿Qué hice mal?, tantas preguntas como esas se cruzaban por mi cabeza sin una respuesta concreta. Al anochecer me acosté en el frío y áspero pavimento, con el anhelo de que al día siguiente alguien contestase mis preguntas.
-Almendra… Almendrita- Logré escuchar una voz y me levanté rápidamente
-¿Quién eres?- Pregunté de manera muy poco amistosa.
Durante un instante no supé dónde estaba. Ya sabes cómo te sientes cuando te despiertas en un lugar desconocido y te preguntas a dónde diablos has ido a parar, hasta que toda la memoria se te viene encima como una oleada.
-Soy tu ángel, y tu mi bella niña- Dijo con mucha ternura
Aún lo recuerdo, era alto, rozaba los dos metros, ancho de hombros y muy musculoso. Sus ojos como dos pedazos de hielo azul verdoso, y su voz sonaba como dulce melodía en mis oídos.
-Ahh- Me ruboricé mientras añadía- y… ¿dónde estoy ahora?
-En ……... - Dijo
-¿Y eso qué es?- Pregunté
-Es el lugar de tus sueños- Se acerco a una puerta y la abrió – Esta es tu nueva casa
Entre boquiabierta
-¡Esta es la casa de mis…!- Exclame
-Te lo dije- Me interrumpió
Me senté en un diván, y comencé a explorar toda mi residencia, no tenía ningún fallo, era muy parecida a mí, las paredes del salón principal estaban pintadas de rosa con suelos blancos, todo ello me trasmitía tranquilidad y felicidad, pero mi habitación era negra y roja y cambiaba con mi estado de ánimo, según pienso yo, porque en ese momento seguía enojada con mis padres.
-Bueno- Se acerca a mí y me lleva a la cama- es hora de dormir, acuéstate, que mañana iremos a la playa
Se acerca al interruptor y apaga las luces.
La mañana siguiente me desperté más temprano que lo habitual, me dirigí a la cocina para desayunar y en mi trayectoria encontré una carta que se hallaba en el suelo, la levanté con delicadeza y antes de que la abriera entró angel.
-¡Espera!- Gritó mientras me arrebataba de las manos la carta- No puedes leer esto
-Pero se supone que es para mí- Protesté con rabia
-Pero ahora la tengo yo y punto- finalizo autoritariamente
Comencé a dudar de su comportamiento, pero no le dí demasiada importancia, hoy mi habitación estaba pintada de blanca, ¿Significaría algo bueno?.
Luego ángel entró cargando dos sillones y me contó que era un día perfecto para ir a la playa así que accedí, allí tomamos sol y jugamos con una pelota playera, me divertí mucho. Ángel fue muy romántico conmigo esa noche, me dedicaba poemas a la luz de la luna.
Pasaban los días muy velozmente, y ángel siempre me despertaba con bombones.
Un día me invitó a su habitación, yo no me la imaginaba así, era totalmente diferente al que me demostraba él, a su personalidad. Las paredes eran muy oscuras y tenían manchas de sangre y todos los muebles estaban decorados con adornos góticos
-¿Esta es tu habitación?- Le pregunté
-Sí- Afirmó con naturalidad
-Traeré algo para comer, ya regreso- Añadió y se retiró del aposento
Como yo siempre fui muy inquieta y curiosa comencé a recorrer e inspeccionar la habitación, encontré una puerta que estaba camuflada y la abrí pensando que era el baño, pero pensé erróneamente, parecía un armario, pero en vez de tener ropa había un cuerpo muerto, todo magullado y colgado con una gruesa soga negra. El suelo estaba manchado de rojo sangre. Me repugnó haber visto eso, escuche pasos aproximarse así que cerré la puerta y corrí a un sillón.
-¡Traje Pizza y gaseosa!- exclamo con felicidad
-Y… ¿Si mejor vamos a un restaurant?- pregunté atemorizada
-¡Me parece una grandiosa idea!- grita de una manera demasiado amistosa
Escuchaba voces en mi interior que me gritaban ¡Es un asesino! ¡Es un asesino! ¡Es un asesino!
En el restaurant ocurrió algo muy extraño, mientras comíamos divisé a dos personas y las reconocí de inmediato, eran mis padres, aunque me había peleado con ellos, los extrañaba, pero en menos de un instante ángel me cogió y me llevo a la parte trasera del lugar.
-Esos eran mis padres- dije llorando - ¡Allí están! ¿Qué hacen aquí?
-¿Quiénes?- preguntó actuando como si no los hubiera visto
-Ellos dos, los que están ahí- Señalé a la entrada
-No sé de qué me estás hablando-
-Iré con ellos- afirmé
Me agarró del brazo demasiado fuerte, tanto que me dejo un moretón.
¿No recuerdas lo que te hicieron? ¿Eh?- Preguntó agresivamente - ¿Para qué quieres ir con ellos? ¿Para qué te vuelvan a criticar?
-Pero déjame ir- rogué
Me soltó y corrí hacia la entrada, pero no había nadie, así que regresé a la mesa donde se encontraba ángel y empecé a pensar en lo que había sucedido.
-¿Cómo supiste que estaba peleada con ellos?- Se me hizo un nudo en la garganta
-Lo sé todo de ti- dijo – perdona mi anterior comportamiento, a veces suelo ser muy impulsivo
Se alejó cabizbajo.
Regresé a mi casa y sentada en mi aposento pensé ¿A caso pretendía matarme? ¿Quién es realmente ángel? Los ángeles no matan personas, ni son violentos. Algo de lo que estaba segura era que él no era quien decía ser.
A la semana me invitó nuevamente a su habitación donde hablamos durante un largo rato, pero recordé sus mentiras.
-Bueno creo que ya es hora de irme- Me acerqué a la puerta
-No puedes irte- Alegó
-¿Por qué?- Pregunté
-Es que, está lloviendo- Afirma
En ese momento comenzó a llover, eso último me sorprendió demasiado, ¿No estábamos en mis sueños? ¿Por qué él lo controlaba?.
-Te quedaras aquí, conmigo toda la noche- Manifestó
-Y… ¿Dónde dormiré? Tengo sueño- protesté
Me señaló un sofá-cama.
Esa noche hubo una tormenta terrible. Lluvias torrenciales y vientos huracanados, en la habitación de ángel comenzó a circular un leve viento que luego se convirtió en una ráfaga que voló a un montón de hojas apiladas, entre una de ellas pude reconocer la carta que me había quitado.
Él seguía durmiendo, así que me acerque hacia esta y abrí el sobre sin hacer algún ruido que pudiera despertarlo, leí:
“ 16 de marzo del 2012
Almendra:
Haz caído en manos de la muerte, a tu elección estará volver al mundo real o continuar ese sueño, te recuerdo que tienes una familia que está muy preocupada por ti, sales en los noticieros y diarios, tu madre llora a todas horas y tu padre recorre las calles con esperanzas de encontrarte. Tú sabrás como salir.
Atentamente Dios”
Doble la carta y la guardé en mi bolsillo, me puse a pensar en el mensaje, pero no podía arriesgarme a leerlo de nuevo. A la mañana siguiente se despejó el cielo y regresé a mi casa, me senté en mi escritorio, agarre una libreta y comencé a analizar la carta, “Tú sabrás como salir” Esa frase fue la que más me impactó, era un acertijo que tenía que resolver.
-¡LO TENGO!- Grité - Para salir de este sueño tengo que… morir…
Llegó una nueva carta
“ 32 de marzo del 2012
Almendra:
Por lo visto has pasado el primer acertijo, pero esto ahora se complica un poco, en la habitación de la muerte encontrarás una navaja, deberás enterrártela en el corazón…”
Dejé de leer
-¿Cómo haría eso? Sería incapaz de matarme, pero es un sueño, puedo hacer lo que quiero- me susurré a mi misma- además es necesario, lo haré por mi familia
Caminé hasta la casa de ángel, entré a su dormitorio y comencé la búsqueda. Percibí que alguien estaba entrando, y me escondí debajo de la cama, donde había otro cuerpo ensangrentado, el terror se había apoderado de mí y más cuando escuché.
-Almendra, sé que estas aquí- dice - sal, vamos, no lo hagas más difícil
No pensaba entregarme hasta que vi que empezó a revisar su cama
-Estoy aquí- rodé hasta que me vió y me ayudó a levantarme
-¿Quieres ir a tu casa? ¿Cierto?- llevó su mano a un bolsillo
-¿Co-Como lo sabes?- Balbuceé
Desplegó su mano hacia mí y me mostró la navaja.
-Esto es lo que estas buscando- me sonríe mientras se le cae una lágrima- vamos, terminemos con esto
Me agarró con fuerza y me clavó la navaja.
Allí estaba yo, en el frío y áspero pavimento, me levanté y paseé por una calle solitaria todo estaba oscuro y llovía.
-Fue todo un sueño- dije arrepentida- ¿Por qué me mate?, era todo tan perfecto
Me senté en el porche de una casa y visualicé el periódico “29 de marzo del 2012”
-¿QUÉ?- comencé a leer en voz alta- Padres buscan a niña desaparecida, continúa la búsqueda de Almendra.
Mire el cielo, una carta que se deslizaba por el viento cayó en mis manos, la abrí.
“ 29 de marzo del 2012-03-17
Almendra:
Sí, soy la muerte, te mentí porque pensé que si te lo admitía te alejarías de mí, pero si no te sentías a gusto conmigo ¿Por qué no me lo decías?, te maté porque no quería que sufras más, perdona si alguna vez te molesté, había hecho ese mundo para ti por lo que te estaba pasando.
Un admirador que siempre te amará
La muerte”
Me arrepentí demasiado al leer esa carta, lo juzgue por un nombre.
-¡Oh! Dios, ¡he pecado!- grité en un silencio que molestaba- ¿A quién le contaría todo esto?
Llegué a mi casa, y toqué el timbre, mi mama abrió la puerta.
-¡Almendra!, mi vida- me abrazo fuertemente- ¡No me vuelvas hacer esto!¡Porfavor!
Lo mismo con mi padre, mi gatito y mi perrita (estos dos últimos no hablaron)
No podía dejar de pensar en la muerte, o mejor dicho, mi ángel, ahora realmente sé a quién amo.
Necesitaba contarle a alguien mi historia, por eso agarré una libreta y escribí: “Era un día gris. Negras nubes de tormenta se deslizaban por el cielo y cubrían el sol…” |