No arrugue amigo Sigo andando; y dando, ando. ¿Por qué ando dando? Ser tan feliz me impide saberlo. Lo importante es no arrugar; pues, ya aprendí que no hay quien planche. Algunos arrugaron como el bandoneón de Pichuco; y, ahora, miran de afuera la milonga. Silenciate fuelle otario; lo importante es no arrugar. No arrugue amigo, que no hay quien planche.
Texto agregado el 10-09-2012, y leído por 143 visitantes. (4 votos)