“Ramón Gonzales, permaneció encerrado durante tres largas semanas en su cuarto reflexionando sobre su vida. El balance no le dio positivo. Y ya no tuvo fuerzas para seguir”.
“Inmerso en un dolor que aparecía, enloquecido, desde las entrañas de su ser o quizás de su mente, entendió que algunos seres humanos pueblan el planeta por casualidad y sin ninguna misión por delante”.
“Perdió su mirada en el horizonte; todo igual todo intacto durante miles de años. Y una lógica sin responder en su alma: ¿Por qué? ¿Para qué?”
“Bajó su mirada. Confusa, distante de la realidad…o próxima a ella. Siempre se preguntó quién es el responsable de crear la realidad en qué cada ser humano vive.”
“Sin fuerzas para reflexionar y cientos de preguntas sin responder, caminó hacia el balcón. Miró nuevamente hacia el eterno universo, pero esta vez sonrió…y se dejó llevar.”
Texto agregado el 10-09-2012, y leído por 119
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