Regálame una noche eterna llena de luz y de deseo, con la sangre de tu pluma fija tu voz en mi pensamiento, claro candor de mi desvelo. Regálame el susurro, de tu cantar sólo el destello, pero déjame sola esta noche, hoy sólo... te lo ruego.
Texto agregado el 08-05-2003, y leído por 318 visitantes. (1 voto)