Son tus ojos enamorados, son tus pupilas cambiantes
las que se clavaron en las pupilas mías,
fuiste tu pequeña mariposa ondeando en suave murmullo
tus sutiles alas que te trajeron desde lejanías.
Cada minuto en tu presencia me pierdo placentero,
panacea de mis males, refugio de mis momentos,
fantasma misterioso que atrae con suspiros,
sin sollozos, con miradas, con sonrisas, sin lamentos…
Cierro mis ojos y sueño aun despierto con tu boca,
te veo, la veo, escarlata aparición divina…
Te sumaste sin aviso a mis sueños, te inventaste,
invadiste con caricias el corazón de un ermitaño,
silente, camuflado, soldado con figura de sirena,
te situaste en mi memoria, en mis recuerdos de antaño.
Es tu sueño mi melodía temprana, mi canto alegre,
hoy me debo a ti, solo a ti mi sin igual estrella,
es tu gozo amada mía mi aire, lo que respiro
eres tu mi vida, mi fuerza, mi doncella… |