Recuerdos de vos en cada rincón de mi mundo, en cada recoveco de mi alma.
Tu aliento en mi nuca, tu voz susurrando en mis oídos, tus ojos al despertar, no existió algo más hermoso. No existe algo más hermoso. Esa imagen bien guardada y reproducida constantemente en mi cerebro. Tantos momentos archivados. Tus enojos, tus caprichos, las veces que me agarraste las manos y no me dejaste caer. Cuando llore desesperadamente y te pedí que no me dejes. Cuando te quedaste. Cuando te fuíste. La primera vez que te ví. El primer beso, ese beso... Y el último. Las miradas. Las mentiras, los secretos. Todo lo malo y lo bueno. Las promesas, los sueños que en sueños creo algún día cumplíremos. Mis palabras. Muchas veces dije nunca más, más siempre me quede en el mismo lugar. Las despedidas, una de menos, otra por sumar, aunque la historia cambie, la esencia sigue igual. Hay tantas cosas por decir, tantas que no se gritan y se quedan en la nada. Tantos recuerdos. Cuando te acariciaba el pelo, cuando discutíamos, cuando descanzabas en mi pecho, cuando te amaba sin frenos...