El Rey

En el cielo oscuro amenazante presagios de lluvias tempranas
Causando honda congoja en millones de almas temerosas
Desgastando sus entrañas dejando un vacío irrecuperable
Son las sujeciones de humanos en la tierra lavando pecados.

Siguiendo por los tortuosos caminos sinuosos axiomáticos
Experimentado el abandono, que también se impusieron
Escudándose en un mundo de intrigas y claras malicias
El alma quebradiza busca tenazmente implorando perdón.

Ciertamente el destino no rige los caminos, solo hay un guía
Se llagarán los pies descalzos entre aristas de espinas esparcidas
Se tomarán entre las manos el rosal con agudas, hirientes espinas
Y la lágrima hecha sangre regando el camino clamando perdón.

También fue largo el camino de un calvario por salvar toda alma
Corona de espinas yacentes en las carnes llagadas y doloridas
De innumerables gargantas, borbotones de palabras no alcanzan
Para guardar tanto dolor en la profundidad de sufrientes pechos.

Alzando los ojos al cielo se insinúa un rostro con piedad bondadosa
Y en su dulce y a la vez triste mirada perdona al sufriente humano
Mientras un rayo de luz refulgente va naciendo envolviendo las almas
En redención que cura las llagas, dando una bendición por el mal hecho...

Ray