Te expuse, me expuse, y dejé todo a los pies de la inseguridad. Cogí dos vidas y las transformé en la masa amorfa mas repugnante de la sociedad. Hice que te pusieras de pie frente al miedo, respirando el frío aire de la decepción... no quise hacer eso, jamás...
Creí que no cambiar era parte de seguir de pie frente a una sola línea, pero olvidé la línea a seguir contigo, y, peor, no me dí cuenta del costo emocional de mi intento...
Aún espero alguna consecuencia que no llegará.... agradecida de que no llegue, sigo esperando, para salir bien parada de esto, cuando no hay forma de que eso pase... la gente con mi conducta no sale en pie de estas situaciones... pero si no puedo caer bien, espero, por lo menos, hacerlo con la cabeza en alto...
Aún puedo mirarte a los ojos y decir libremente lo que siento... sigues siendo mi mural de confianza, y de inspiración... lo que hace que a veces olvide que eres una persona y te vea mas bien como un espíritu intocable que cubre mi espalda...
Que en otro tiempo sean excusas... en este siento que son disculpas...