El pino, el roble, la maleza y el césped
Fueron pisados por la implacable bota de hierro
Que apenas llegó a tus tierras, gigante
Y comenzó a destruir
Todo lo que había en ella.
El campo y el trigal sólo callaron,
Como un par de testigos mudos en la naturaleza
Que cuando fue arrasada por la cruel mano
Acabó con todo lo que en ella habitaba.
Y todo lo volvieron riqueza, riqueza, riqueza...
Los altos montes que acariciaban al cielo
Se volvieron monstruos
Que fueron convertidos:
En fortalezas,
En castillos,
En cuarteles
Y su verde se fue
Junto con el resto de la tierra.
Nadie más sabe en qué se convirtió este suelo...
Texto agregado el 30-08-2012, y leído por 99
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Lectores Opinan
31-08-2012
"el campo y el trigal sólo callaron". MARIAELENA
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