La base de toda relación humana son los intereses; los amigos necesitan favores, los amantes exigen compañía, los padres retribución, etc, etc, etc. La cruda realidad es que todo lo que te rodea esta condicionado en tu propia capacidad de otorgar algo a cambio, todas tus relaciones sociales tienen esta condición inherente y egoísta, solo buscamos nuestra propia satisfacción. La retribución de favores, tener alguien con quien desahogarse, aumentar la auto estima, alguien con quien hacer alarde de nuestra " magnifica " vida, alguien que nos ayude en los problemas, con quien pasar el domingo, alguien que nos calme borracheras emocionales, que nos cuide en la vejez o la enfermedad o simplemente alguien para pasar la noche aunque a la mañana siguiente decidamos no volver a verlo.
Somos vampiros de emociones, parásitos que hurgamos en la vida de los otros buscando quien nos llene los vacíos que hemos creado sin saberlo desde pequeños. Si eres cantante, oirás frases como " ...Y no se te olvide traer la guitarra", si tienes dinero tendrás tu casa llena de amigos, si eres divertido, dirán detrás de ti "No se te olvide invitar a Juanchito para que nos haga reír", Si eres boxeador no te pedirán un golpe pero si eres médico querrán consultar el salpullido de sus traseros sin pagar consulta.
Es triste, pero es verdad. Hubo un momento en que creí en la amistad desinteresada, pero tropiezo tras tropiezo he llegado a esta terrible conclusión, conclusión por la cual llegas a sentirte tan usado como una vieja máquina de escribir y con la tinta tan desgastada que ya no tienes fuerza para una letra más.
Todos buscan algo de ti, a corto o a largo plazo, el problema radica en que no todos están dispuestos a dar, a menos que des, como dice la canción del CUARTETO DE NOS o el popular refrán " NADA ES GRATIS EN LA VIDA". Al final del pasillo te darás cuenta que fuiste un vampiro de quimeras y que nada es cierto, que estamos solos desde que nacemos y moriremos solos. |