Las palabras no son necesarias en este momento, es insano querer usar palabras cuando tu cuerpo no quiere pronunciarlas. Son más de 24 horas en que mi boca no ha dibujado palabra, o sonrisa, siquiera un gesto de desapruebo, la inexpresividad es notoria en este lapsus, ni un buenos días, un gracias, un hasta luego, o hasta mañana, no existen formalismos en mi día, con nada, con nadie, solo el vago flujo de ideas que ya no son tan ridículas y están tomando peso, de nuevo, el hecho de escribir esto de nuevo genera repudio, sin embargo, no hay nada que la costumbre y la monotonía del silencio no toleren, además, el dolor de cabeza ha sido insoportable, son más de seis meses sintiendo ese mismo dolor de cabeza, esa misma explosión de raciocinios, que me hacen pensar que quizá tenga más enfermedades de las que sospecho, que quizá la sangre que escupo a diario es sangre que me falta en la cabeza, aunque también tengo la sospecha que esto es algo mental, que las ilusiones y alucinaciones están apareciendo en una mente frágil y las enfermedades aparecen porque así lo quiero, porque la rutina es tan…. Rutinaria, que quizá estar en mal estado me quitara ese feeling de sentirme tan sano, aún cuando mi mente insana lo inconexa.
La sangre sabe a silencio, a saliva con un espesor mayor, a día glorioso, odio, rencor, a sentimientos homicidas, o quizá suicidas, hoy la sangre en mi gusto sabe a viento, como si cada trago de saliva viniese con una bocanada de aire obtenida de mi garganta recién cortada, el silencio parece algo físico y tangible, una enfermedad, que se aferrara a mis cuerdas vocales, y me dejara mudo, asfixiado, respirando mentiras, tragando necedades. Al igual que lo falso de mi aliento, también lo serian mis palabras, hoy no tengo mundo para nadie, ese nadie me incluye, hoy no comparto nada, más que la indignación de mi alma, por lo corruptible que es mi mente ante el silencio, el dramatismo es quizá lo que infiere en mi pensar, lo irreal de lo indeseado. Tal vez las letras no son suficientes, porque haciendo esto no estoy esperando Just Feel Better como Santana y Tyler, de hecho no lo hago, mi deseo es tal vez que quienes lo lean se sientan peor, no sé, no me aflige, en verdad, la razón de esto es la necesidad de evitar que la hipoglicemia en mis circunvoluciones termine de afectar mi cerebro, hay que hacer algo, o el silencio terminara con ponerme un letargo mayor…
El día está perfecto para correr, quiero correr, si, correr de las ideas, correr del silencio, de la sangre, correr de la utilidad, y de la inexistencia, probablemente voy hacia ella, correr y seguir corriendo, hasta que no haya más oxigeno en la sangre, hasta que tenga el corazón en el cuello, hasta que un dolor precordial me haga parar pero no lo haga, hasta que la tierra no esté ahí. Deseo correr con alas en mis pies, correr hacia el sol, correr e incinerarme lentamente en su energía, que cada peldaño hacia el sol, cada centímetro de carne cauterizado, me haga más consciente de lo bueno que puede ser el mundo, de lo mucho que puedo hacer, y lo poco que no, aún así solo es un sueño vano y poco práctico. En estos momentos prefiero ser apaleado por una multitud enardecida, a padecer una auto-recriminación de lo superfluo de mi existencia… |