Mis pies están cansados andando llegaron a ningún lado... Mis manos están temblorosas lo que tocaron se desvaneció en ellas... Mis ojos no distinguen más sombras y luces es todo lo que miran... Mi pecho está seco, vacío el aire que aspira se torna enrarecido... Mis labios; partidos como la tierra seca mi garganta se asfixió con tanta arena ... Me pregunto por qué sigo con vida si el frío y la soledad me hicieron trizas... ¿Por qué hago versos y rimas? Tu presencia que en mi corazón habita me sostiene pensando y discerniendo es el aire que me llena por dentro... La caricia que me despierta de día el manto que me cubre de noche... El perdón y la oportunidad de seguir de mirar sin temor un nuevo horizonte... Es la mano que me acaricia el pensamiento y tú, querida amiga... Jorge López García Todos los derechos reservados Edo. de Méx. julio del 2012
Texto agregado el 28-08-2012, y leído por 120 visitantes. (2 votos)