Papelitos guardados entre libretitas y agendas, dentro de cajas , dentro de muebles o sobre estanterías. Papelitos pequeños, recortados a mano, con rayas o cuadros, doblados o estirados. Escritos con prolija letra a pesar de sólo un primario completo. Elegantemente inclinada hacia la derecha, femenina y discreta con una M inconfundible que inicializa su nombre cada vez que se presenta.
Números telefónicos, frases celebres entrecomilladas, recetas de cocina. Nombres, nombres de gente y su identidad entre paréntesis: "Gonzalo (el hijo del Mingo y la Negra)", nombres de amigos de la vida y aclaraciones por si algo pasara y se necesitara recordar.
Identidades remarcadas, aclaradas, explícitas para que no se extravíen pero extraviadas al fin, entre tantos cajones, estantes y libretas.
Lo peor es el reposo de todo. Lo que se encuentra siempre de la misma manera pero más olvidado, más inutil, más sin sentido.