Lleva de adorno un anillo negro, de piedras lila, en cuyo centro se encadenan otras, con curioso trazo, artesanal y moderno, su mano blanca, de tenues pecas marrones, indican que tiene mas de cuarenta, pero la delicadeza de movimiento la hacen diestra, armoniosa, ágil y no parece de cuarenta, sus uñas pálidamente rosadas, y su impecable contorno de orillas blancas, adornan el teclado serio y estático, está escribiendo este texto, se refleja la figura de su cabeza y hombros en el monitor de la PC, trata de no terminar de imaginar la silueta, y olvidar las ojeras, que seguramente allí están, es que ha llorado, la pobre llora demasiado, ya que su corazón mal herido no puede recuperar la alegría, le han cortado venas profundas, se ha desangrado, y casi muerto, pero a duras penas ha sobrevivido, se ha levantado antes de quedar en el cementerio del desamor, de la traición y ahora, trata de seguir existiendo, cargando el dolor amargo de haber amado y terminar sin la mínima ilusión, pese aún, suspira porque finge, finge sonrisas, finge vitalidad, mas es solo un alma en pena, es alguien que de tanto dolor no puede respirar, ataviada con un labial rosado, se muerde los gritos que de aquella boca quieren salir, lamentos horribles que prefiere callar, y ellos se enriendan como alambres de púas, en su espíritu por demás destrozado. Cavilando, cavilando, se queda, cómo hacer ante esta situación que permanece inalterable, y parece que al pasar los años se siguen produciendo acontecimientos horribles en contra de ella, podría renunciar a esta vida?, sin suicidarse, no, no sin suicidarse, renunciar divorciándose, haaa, divorciándose, resuena la palabra con múltiples ecos dentro de su pecho. Y la angustia sigue, otras preguntas asaltan su mente, ¿cómo vivir sin él?, viviendo, claro viviendo mejor, sepultándolo, olvidándolo y matando poco a poco este amor… así como otras han podido, otras han podido; y la idea se ha metido tanto, tanto, que por poco redacta su demanda, es que el timbre del celular lo ha impedido, él llama para decir que la ama, que siente mucho haber llegado tarde y tantas cosas, en ese momento, surge el impulso necesario de cortar la llamada, apagar el celular y finalmente cerrar el círculo vicioso, mañana, mañana o mejor mas tarde, redacto la demanda de divorcio, se dice serena a sí misma; observa su mano y se da cuenta que sin querer, ha reemplazado el lugar del anillo matrimonial con ese anillo negro, como sugiriendo inconscientemente que hace muchas horas había dejado de estar casada, no está divorciada, pero se piensa viuda, ha comenzado sin pensar un ritual de sepelio. |