La mañana es dura, la tarde es cruda, la noche es increíble.
¿ Quién me amó más el sol ó la luna? .
Tan sólo un giro en esa parte de la existencia fué tal vez lo más importante para mí.
Saber en dónde me encontraba, cuál era la función que en verdad tenía y hacia donde mi vida había de llevar era lo máximo en ese momento en que lo tenía que pensar.
La familia, los amigos, y algunos otros que estaban por demás, eran solo aquellos que me acompañaron en ese aprendizaje, en ese mi duro caminar.
Vine solo y sólo me fuí.
El último recuento al final de mi existencia fué el de reconocer que cada uno de aquellos que tuve a mi lado me dejaron un legado, un recuerdo de mi viaje que nunca olvidaré.
Gracias por enseñarme en donde erré y gracias por amarme aunque algunas veces contigo también peleé. Gracias también por enseñarme que no fuí un maestro sino tan sólo un niño matriculado en una escuela del saber.
Ahora en paz ya te dejo, pues cansado estoy de esta vida. No mires nunca lo que hice, tan sólo mira que te quise.
Recuerda sólo eso y perdóname una vez más, pues amar fué difícil y siendo humano lo más fácil que hay en esa vida es esa asignatura, a veces tan complicada de aprobar.
Si así lo deseas, por favor imprime este texto y ponlo en mi tumba, para que cuando se lea se vea que la vida es sólo un tránsito, un viaje de amor y conocimiento y un paso mucho más grande a otra dimensión.
Saludos,
Aquél que nunca te olvida y que siempre por tí velará ...

Escrito por Carlos Them.