Ya nada importa

Estamos inmersos en un mundo de fantasías
Donde las verdades a muchos duelen tanto
Tal vez las palabras ya a nadie le alcance
Pero no podemos luchar contra la corriente.

Nuestra mente mutilada por los embates de la vida
Deja tristes recuerdos en nuestra atribulada mente
Dejando una secuela del dolor que no se muestra
Enraizado en nuestros instintos, honda cicatriz latente.

No saber dónde comienzan los errores cometidos
No saber dónde comienza nuestra corta vida
Y saber que algún día nos encontraremos con la muerte
Todo empieza, todo termina, en el fino hilo de nuestras vidas.

Nada tiene importancia, ante el dolor que se ahueca
Minando nuestras energías y ante el sucumbimos
Ya nada tiene valor, ni el batir de las alas del ave
Y nos sumergimos sin esperanzas en el dolor que nos atenaza.

Ray