Estamos insertos en un mundo repleto de información y desinformación, situación que debemos tratar de desentrañar a cada paso, excluyendo lo tendencioso y lo que podría ensuciar en gran medida nuestro juicio. Somos imperialistas, derechistas o nazis si adoptamos una posición y comunistas, reaccionarios y anárquicos si tomamos la otra. Si tratamos de ser eclécticos, rescatando lo bueno de acá y de allá, se nos trata de tibios, de medias tintas o irresolutos. En verdad, cuesta mucho hoy en día asumir alguna ideología, sin que la misma esté teñida con alguna suspicacia. La gente se desacredita por los medios, por TV, por twitter y nadie está conforme con nada. Siempre surge el escándalo, la tremolina y el descrédito gratuito, como todo se sabe y existe un ejército de personajes que busca y escarba con tal de conseguir algún dato que desarme a alguien o por lo menos lo deje en muy mal pie en su ámbito. Es muy del gusto de nosotros repetir la sentencia que dice que “todos somos honrados hasta que nos descubren”.
Acá en la página, existen los que gustan de escribir poemas, la mayoría de índole romántica, los que narran anécdotas propias y los que gustan de todo eso y lo alaban. Pero, de pronto surgen los que se creen rectores de alguna tendencia seudo intelectual, discriminando a los poetastros de poco vuelo, a los poco rigurosos en cuanto a ortografía y ramplones en su narrativa. Curiosamente, esos críticos implacables no exhiben obras de gran excelsitud, como uno podría creer y a menudo publican algo que se parece a un doctoral ensayo, con biografías lateras y en donde exhiben una supuesta superioridad sobre los demás.
No creo que sea necesario desmerecer a nadie, como tampoco encuentro lícito que surjan esas primacías absurdas que intentan imponer un academismo que en ninguna parte figura dentro de los reglamentos de la página. La variedad, incluyendo hipotéticas ramplonerías y chatura autoral, es la que identifica a esta página, incluidos también estos apóstoles de una academia que es tal, sino el simple espacio para la libre creación…
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