Manos extendidas esperando monedas
ropas raídas
cuerpos en tiras
montones de huesos
carnes soleadas
Rugidos sin voces me llaman
Ojos ahumados no miran
Camino y camino ellos no corren
Paso y traspaso
el apuro me gana
la calle me aturde
tengo que ir al trabajo
Texto agregado el 03-08-2004, y leído por 210
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Lectores Opinan
12-11-2004
Imágenes muy concretas... uno llega a sentir el hedor, y también esa vergüenza que da el tener un trabajo al cual acudir a esconder la cabeza lejos de esa visión, tan lamentablemente frecuente en nuestros países. newton
07-08-2004
Vaya.... es una realidad casi tan palpable.... es exactamente lo q se ve cuando uno va a trabajar.... muy bueno, me gustó Sidd
06-08-2004
m..quizás pudiste poner un mejor final, porque el resto de la poesía lo amerita. (= aquo
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