Sin poder descifrar cada caricia
que agudiza esta breve inspiración,
se traduce al papel en letra viva;
cada frase, cual luna clara, cual sol abrasador.
Siento en mis manos cada letra,
queriendo cobrar propia vida y
escribirse ellas mismas, mientras
la tinta desespera, o quizá sonria.
No se me hace claro el dilema,
si es o no es, o solo quería,
¿volvió acaso y dejó de estar vacía?
¿renacerá por fin mi olvidada poesía?
Quizá me faltó la inspiración,
o sólo se fue y aquel día
se llenó de sombras todo rincón,
opacando, destruyendo, alejándome de la vía.
Ahora está, la siento respirar,
como cuando llega mi musa, mi reina
y sus ojos me inspiran,
y sus manos me hablan,
y su boca me acaricia,
me hace temblar, me hace callar...
Inspira, traduce, escribe,
cada pensamiento de pena o alegría,
cada noche y cada día, cada sueño,
deseo, realidad, fantasía...
Palabras con propia vida,
con frases nuevas o de antología
escribele a mi reina,
ahora que la tinta desespera
y al papel haz que solo sonría... |