Poseía la edad indefinible de un sueño,
Y su amor era tan grande que nadie alcanzo abarcarlo,
Un rumor de mar lejano y lluvia poseía su voz,
Y sus ojos, Oh Dios, sus ojos eran tiernos y luminosos
Como las primeras luces de la mañana.
Texto agregado el 20-08-2012, y leído por 163
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