No le hagas a caso a mi amor.
A veces ciego, otras excesivo,
este amor es enfermizo.
No le hagas a caso a mi amor.
Quien nos dice,
a ti o a mi,
si no es mentira,
silencio de esta vida,
ruido
entre acordes de una viola
que juzgas cerca cuando
sólo es lejanía...
Más certero -o justiciero-
es el terrible corazón que me maneja,
y en esta pelea de casos
de cosas, de corazones,
yo no puedo hacer otra cosa
que asesinar este
principio de dolor
que se asemeja,
no sin temerle,
a un amor, de los de sin final.
Aunque así sangre este corazón.
No le hagas a caso a mi amor.
Sueño intangible, marea llena,
meciéndose en el vaivén la luna.
dejó de existir el dia en que se supo.
Y no hubo nunca mas.
nadie que pudiera emolar,
un poco tan solo,
de lo que sentía antes.
Recordando viejos tormentos,
y sin reconocer -aun a sabiendas-
que el principio es tan solo
el primer paso hasta su propio fin. |