Golpeando, llegaste
a mis puertas un dia.
Lejana yo estaba...
y a nadie atendia.
Me parecia correcto
mejor guardar el silencio,
entre cofres y cofradias,
mientras dejaba insulsa,
borrar al reloj, los traumados dias.
Oculta tras las murallas,
atrincheradas bajo las aguas,
me volvi pecesito de plata,
sin voces y sin murmullos,
resguardada tras los corales
y las botellas sin nada.
Visitas insistentes a mis
puertas clausuradas,
solo escapar queria...
y no responder a ningun llamado,
jamas!
Hay sentires nuevos,
y hay reinos desconocidos,
jardines magicos, virgenes...
no descubiertos.
Mundos vacios,
sombras y contrastes...
Y aquellos golpecitos
a mis portones cerrados.
Pero no pude evitarlo
y vencida libere las celocias,
con manos temblorosas,
y escarcha en mis hombros...
Abri dudosa,
las vencidas rendijas,
dejando en libertad
aquel pajaro enjaulado,
que a su merced
volaria...
*para aquel pez...alado. |